(continúa) Los estudiantes tienen apróximadamente dos horas para resolver sus exámenes, pero varios de ellos lo terminan antes y lo entregan. Si bien la tensión bajó, ahora resta esperar que el tiempo de estudio haya dado sus frutos.
Verónica (de Bahía Blanca) y Ezequiel (de Buenos Aires) están en el primer año de la carrera de Trabajo Social (a distancia) y este tiempo de exámenes son el primer paso clave de su camino al añorado título.
«La carrera es lo que esperaba; nos brinda un montón de herramientas y cada materia tiene su apoyo vía foros», dice Verónica.
«La calidad humana de los profesionales -directivos y docentes- es muy buena», agrega Ezequiel.
Verónica apunta al respecto: «En mi caso rescato que, ante cualquier consulta, los profesores responden enseguida en los foros; sentí en estos meses un acompañamiento de parte de ellos».
La coincidencia entre los alumnos -mientras aguardan su nota- es que la cursada a distancia les requirió un compromiso especial y una constancia para poder llegar de la mejor manera a este tiempo de evaluación.
«Todos los días, salvo los fines de semanas, me autoimpuse ponerme una o dos horas frente a la computadora para estudiar y hacer prácticos», dice Estela -que hace pocas horas llegó desde Chubut- estudiante de 3º año de la Tecnicatura de Orientación Familiar, y agrega: «la carrera es exigente, pero con disciplina de estudio se puede lograr el éxito».
Empiezan a llegar las notas y en general hay satisfacción en los rostros de los estudiantes. Dieron un paso. Faltan varios más. Los espera algo más que un título en el horizonte: un futuro laboral que empezaron a visualizar desde el día que se inscribieron y que hoy (en el primer turno de exámenes) empieza a tomar forma.
Crónica y producción general: Equipo de Comunicación Eirene-ISFI.
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