Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Isaías 55:8 (NTV)
“Yo tengo un plan”, declaraba un político hace varios años. Luego de algunos meses, los ciudadanos continuábamos preguntándonos sobre sus proyectos para nuestro país. “¿Cuál es el plan para hoy?”, es una pregunta que solemos realizar cuando llegamos a nuestro trabajo o escuchamos una clase con mucha atención.
Todos los días hablamos o escuchamos acerca de nuestros planes, la mayoría de las veces ni siquiera somos conscientes de ello. Pero, ¿qué es un plan? La Real Academia Española define esta palabra como “una intención, un proyecto; o un modelo sistemático de una actuación pública o privada, que se elabora anticipadamente para dirigirla y encauzarla”. Según otra definición, un plan es “ante todo la consecuencia de una idea, generalmente y en función de lograr una óptima organización (…), acompañada de las metas, estrategias, tácticas, directrices y políticas a seguir en tiempo y espacio, así como los instrumentos, mecanismos y acciones que se usarán para alcanzar los fines propuestos y que fueron la motivación del plan”.
Tal vez, muchos de nuestros interrogantes personales estén relacionados con los más diversos planes: ¿Qué carrera voy a seguir?, ¿Qué trabajo u oficio deseo realizar?, ¿Con quién me voy a casar?, etc.
Inspirado por el Espíritu de Dios, el profeta Isaías nos ayuda a comprender la importancia de caminar en los planes de Dios. Según el pasaje de referencia, sus pensamientos no se parecen a los nuestros y sus caminos están muy por encima de nuestros caminos. Por lo mismo, a partir de este nuevo mes, nos disponemos a caminar en sus planes, aprovechando cada oportunidad de sumergirnos en sus propósitos.
Oración: Señor, que tus planes sean una realidad en mi vida, mientras camino en obediencia a tu Palabra. Amén.
Escrito por el Lic. Matías Gutawski. Fue publicado por primera vez en «Juntos en tu Presencia 2017», Confederación Evangélica Bautista.
