Algunas son más evidentes que otras. Otros van creciendo con el tiempo, hasta volverse casi incontrolables. Cuando aparecen luces de alarma -actitudes/situaciones destructivas- en el matrimonio, hay que detenerse y prestarle atención para evitar que lleguen a un punto difícil de arreglar.
De acuerdo al psicólogo norteamericano John Gottman, hay maneras de predecir cuando un matrimonio está llegando a una crisis de consecuencias impredecibles. Y señala 10 temas y actitudes para estar alertas.
Dinero. El conflicto monetario es una de las principales disputas en la pareja, que pueden llevar al quiebre.
Estrés. Las excesivas responsabilidades pueden llevar al agotamiento físico y mental. Más que nada las parejas jóvenes, con el ritmo de trabajo en el que se vive hoy en día, suelen estar muy cansados para disfrutar del otro. Y el otro lo nota.
Ego. Este punto tiene que ver con la personalidad. Hay personas más centradas en sí mismos y otras que son felices al recibir. Dos personas ególatras pueden chocar y dañarse severamente en muy poco tiempo. Cuando Jesucristo llega a las vidas de las personas y de los matrimonios, él debe ser el centro (corriendo el ego).
La Biblia dice: «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí» (Gálatas 2:20)
Familia política. Las relaciones familiares son otro punto de disputa. Si uno de los enamorados no está completamente emancipado o es un mamá-papá dependiente, esto generará roces con su pareja.
Espacio propio. Compartirlo todo, aunque suene extraño, puede llevar a conflictos de pareja. Tener un espacio personal, ayudará a la pareja a darse un respiro.
Frustración sexual. No entenderse en las relaciones sexuales lleva a la infidelidad, la inseguridad y los celos, que minan la pareja.
Fracasos laborales. Aunque los hombres se caen anímicamente más que las mujeres, un problema laboral influirá decisivamente en la pareja. Si no está madurado el diálogo, podría ocasionar problemas.
Éxito laboral. En la antítesis, si uno de los miembros de la pareja es muy exitoso o busca la senda de la fama, el otro se sentirá apartado y discriminado.
La inmadurez de la juventud. Las parejas muy jóvenes también son inmaduras. Contraer compromiso o matrimonio en la adolescencia tiene mas posibilidades de divorcio por una falta de conocimiento y experiencia en la vida.
Adicciones. El alcohol, las drogas, el juego compulsivo son vicios personales pero que se trasladan a las relaciones familiares. Y las lesionan (en algunas casos severamente).
Si asistís a una Iglesia local no dejes de compartir con un consejero cristiano tus preocupaciones con respecto a alguno de estos ítems que detallamos.
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