Los autores de la frase que encabeza esta nota son un matrimonio del sur de la Argentina. Pero la característica más distintiva de María Victoria Lobeto y Fernando Umido (4 hijos) no es su lugar de residencia, si no su activo servicio como facilitadores y orientadores de familias. Y que sus historias en común tuvieron un inicio: la formación en el Instituto Superior de Formación Integral (ISFI, de Eirene Argentina).
–Para que nuestros lectores puedan conocer en detalle su formación, ¿Cuál ha sido la carrera que realizaron en el ISFI?
(María Victoria Lobeto) Tecnicatura en Orientación Familiar, que se abría en esa mitad de año del 2006, comenzamos varios pero quedamos 5 o 6, cómo olvidar nuestras compañeras de Mar del Plata (María y María), Salomé de Jujuy, Priscila con quién tuvimos el privilegio de compartir un par de talleres y nuestro compañero David viajando de Colón. Cada uno de ellos aportó en el transcurso de esta capacitación.
(Fernando Umido) Al poco tiempo salió la Tecnicatura Superior a distancia, es decir, la de Orientador Familiar, y nos pasamos del CAF a esa, con reconocimiento de lo que habíamos cursado. La tecnicatura eran 24 materias en tres años, 8 por año. Engresamos en 2009.
-¿Qué consideran más importante de esta formación?
(MVL) El poder contar con herramientas basadas en la Palabra de Dios para atender los tantísimos y variados casos con que la gente se acerca a vos. El formarte y capacitarte, mas la ayuda del Espíritu Santo, el valor que Dios como Padre le da a la familia, al individuo como un ser integral con espíritu, alma y cuerpo.
Es un espacio para muchos cristianos que con dificultades personales no pueden por alguna causa o no se les da el lugar dentro de sus comunidades de fe para hablar o manifestar dichos temas, por lo general problemáticos y en vez de callar y hacer silencio, encuentran en este ámbito un lugar donde apoyarse, que contiene, escucha, no juzga ni condena, y teniendo la fe en Jesucristo como base y sostén de todas las cosas.
(FU) Lo más importante en esta formación sin duda fue lo recibido espiritualmente del excelente plantel humano de Eirene, una lista de nombres significativos entre los cuales están Jorge y Rosalía, Silvia, Araceli y Alberto Guerrero, AlbertoRodriguez, Rubito y Lucía, Lita, Héctor y prácticamente todos los que nos tocó tenerlos como tutores.
“Desde el 2014 al 2017, nuestro trabajo es de uno a uno, individual, de parejas de novios, matrimonios, familias, gente de diferentes congregaciones, tanto en Esquel como en Trevelin, en la adoración artística, componiendo y ministrando a la gente con la música, creando ámbitos para que la presencia de Dios se manifieste”.
-¿Qué es lo que más les preocupa de la realidad actual de las familias?
(MVL) Abandono por donde lo quieras ver, de los padres hacia los hijos, del esposo a la esposa, de la esposa al esposo, etc. Cada uno busca su propio bien, de salir adelante con lo suyo y ser exitoso, y dentro de las familias se ve mucho. Los hijos crecen con falta de identidad sin saber quien es su padre, son depositados en clubes, guarderías, colegios, iglesias, consultorios, transfieren su propia responsabilidad de educadores a otros.
Los padres se acercan preocupados por conductas de sus hijos tanto adolescentes como niños, violencia, drogas, desviación sexual y muchos otros, y es ahí donde apuntamos nosotros por lo general, en el matrimonio, a los padres y vemos como cuando ellos comienzan a cambiar y a hacerse cargo que las conductas de sus hijos son un vivo reflejo de ellos.
El joven, el niño, es rebelde porque detrás de ellos hay un adulto que tiene camuflado y escondida su rebeldía de alguna u otra forma.
-¿Y en las Iglesias que Uds. conocen?
(MVL) Las familia se ha degradado aún dentro de quienes decimos seguir a Jesús y hemos sido golpeados, es duro y triste, pero es una consecuencia de la perdida de la presencia de Dios en los hogares, dejamos de darle el primer lugar en las casas, dejaron lo espiritual para los días domingo, cuando la fe es un vivir continuo.
(La entrevista completa, la próxima semana)
Hermoso. Esta capacitación te abre la mente para entender que no se trata de «exhortar» y luego tirar 3 versículos por la cabeza del hermano empantanado. Hicimos el CAFd juntos mi esposa y yo entre 2007 y 2009, y los primeros beneficiados fuimos nosotros mismos. Quiera Dios que lo pastores comprendan cuan valiosa y complementaria puede ser nuestra tarea. Bendiciones y adelante.